Momento fatídico

Ocurrió en un instante el día de su quinto aniversario de bodas. Ese día regresó más pronto a casa del trabajo para prepararle una cena sorpresa a su marido. Venía cargada con las bolsas del supermercado cuando, al cruzar la puerta de su domicilio, oyó un sonido de la voz de su cónyuge que provenía de la “suite” de matrimonio… “uuuhhhmmm” y un “¡ joder!” a continuación, seguido de unos pasos alterados. Se encontraron mirándose extrañados en el pasillo. Él con los pantalones y los calzoncillos bajados hasta la pantorrilla que dificultaban su carrera y aireaban sus nobles partes de bellaco. Ella con la bolsa de patatas en la mano derecha. Él quiso decir algo. Ella no le dio tiempo. Llena de furia le arreó con toda su fuerza en la cabeza con la bolsa de dos quilos de patatas, haciéndole rebotar contra la pared. Estuvo una semana en coma y, según dijeron los médicos, salvó la vida de milagro.
Ahora se encuentran los dos frente al juez de primera instancia tramitando el divorcio. Él le está explicando a su señoría que, en el día de su quinto aniversario, estaba haciendo sus necesidades mayores en el baño de su casa y que, al acabar tan delicada operación, se percató que no había papel con el que limpiarse. Fue entonces cuando, al ir a buscarlo al cuarto de servicio, se encontró en el pasillo con su mujer y de repente, vió como una bolsa del supermercado se acercaba a él a gran velocidad. Ese fue el penúltimo recuerdo que tiene de su mujer. El último y “motivo por el cual, señor juez, solicito el divorcio”, explica, fue el de la mal disimulada carcajada de “su señora” al enterarse lo que estaba haciendo en el pasillo.
4 comentarios
A Brisa, la culpa fue del 'cha, cha, chá' -
Para gaia07, diciendo 'patata' para salir en la foto -
Brisa -
Pues creo que tiene que pesar en su contra jeje
´
Bromas aparte, sobre un tema que no suele hacer mucha gracias, aunque está vez me hayas hecho sonreir...
Un fuerte abrazo :)
gaia07 -
El no ser considerado culpable hasta que se demuestre lo contrario es un derecho fundamental, la propia ética debería ser suficiente para que la señora mantuviera la bolsa de patatas en el suelo.
La nueva asignatura de Educación para la ciudadanía habría que empezar por enseñarla en la calle.